Amamantar a tu bebé recién nacido

Cada vez falta menos para que conozcas la cara de tu bebé, sus ojos, sus manos y su olor. ¿Qué pensarías si te decimos que puedes (y debes) disfrutar de todo esto y tenerlo muy cerca de ti en su primera hora de vida?
 

Amamantar a tu bebé recién nacido, es una de las mejores maneras de comenzar con éxito la lactancia materna. Practicar el Inicio Temprano de la Lactancia Materna, ha mostrado ayudar a disminuir el riesgo de muertes en los bebés durante sus primeros años. Además de que aumenta la probabilidad de lograr mantener una lactancia materna exclusiva entre el primer y cuarto mes.

A pesar de que la OMS y la UNICEF lo recomiendan ampliamente, en el continente Americano la realizan solo el 50% de las madres, ya que es necesario que poco después del parto (o inmediatamente) se establezca un contacto piel con piel, mamá con bebé, por lo menos durante una hora.

Aunque no lo creas, tu cuerpo estará preparado para hacerlo. Durante los últimos meses del embarazo, comienza la preparación y producción de la leche de inicio, mejor conocida como calostro.

Calostro leche materna

Esta tiene un tono mucho más amarillo, y está especialmente diseñada para los primeros días de vida del bebé; ya que contiene:

• Factores inmunológicos, como los linfocitos, que se encargan de la producción de anticuerpos. Así como inmunoglobulinas que lo protegen contra virus, infecciones y toxinas.
• Proteínas, hasta 3 veces más que la leche materna madura (aquella que se produce una vez que se termina el calostro), las cuales lo ayudarán a tener un adecuado desarrollo físico y mental.
• Probióticos, que cuidan y mantienen una sana flora intestinal, protegiéndolo de enfermedades y futuras alergias.

Ahora que conoces los beneficios, pregunta en el hospital donde va a nacer si te permitirán tenerlo contigo durante su primera hora de vida y las condiciones en las cuales podrán hacerlo.

Cuéntanos, ¿ya tienes lista la maleta para ir al hospital a dar a luz?