Sabores y texturas en alimentos para bebé

Durante la alimentación complementaria, tu bebé está por explorar un mundo de nuevos sabores y texturas, pero necesitas saber qué tipo de texturas son las adecuadas de acuerdo a su edad.
 

¡Nuevas texturas!

De seis a siete meses, tu bebé puede consumir papillas de cereales, verduras, frutas, o carne; puedes machacar la comida a mano, usar una batidora o un procesador de alimentos para conseguir la textura de puré o papilla.

Entre los ocho y nueve meses, ya puedes incorporar las leguminosas como el garbanzo, las lentejas, los frijoles, los chícharos, o las habas, recuerda que deben estar bien cocidos para que le sea fácil masticarlos para tu bebé. La consistencia deberá ser de puré, picados finos o machacados.

A partir de los ocho meses, los niños están listos para comer pequeños trozos dentro de la papilla o texturas suaves, pero firmes, como la de la pasta; algunos bebés disfrutan de las texturas más duras, ya que les permite ejercitar la mandíbula al triturarlos con sus encías.

De los nueve a los doce meses, el sistema digestivo de  tu pequeño está listo para trozos un poco más grandes que antes. Puedes empezar con unos pequeños e ir aumentando el tamaño hasta que tu bebé aprenda a masticar y manipular trozos grandes.

Empieza por texturas blandas como las de las zanahorias, calabazas o las manzanas hervidas; cerciórate de que sean suaves, pero que estén lo suficientemente duras para que ejercite su mandíbula.

Con el paso del tiempo, tu pequeño estará listo para integrarse a la dieta familiar, con la diferencia de consistencias que irá probando, ejercitará su mandíbula y aprenderá a masticar, y muy pronto descubrirá qué tipo de texturas y sabores prefiere en su plato; no olvides integrar los tres grupos: frutas y verduras, cereales y leguminosas, y alimentos de origen animal.

Cuéntanos cuál es el menú de hoy para tu pequeño.