Mi bebé llora al hacer popó pero no está estreñido

La disquecia es un trastorno del tracto intestinal que hace que el bebé tenga dolor y cólicos al hacer popó. Es un problema común en lactantes y a menudo se confunde con el estreñimiento. Sin embargo, la disquecia y el estreñimiento son dos condiciones diferentes y requieren tratamientos diferentes.

La disquecia es causada por la dificultad del bebé para expulsar las heces debido a la rigidez de las mismas. Esto puede ser debido a la dieta, a una mala alimentación o a una alimentación excesiva con fórmula. También puede ser causado por un problema con los músculos del tracto intestinal.

Síntomas de la disquecia

Los síntomas de la disquecia incluyen llanto y cólicos durante y después de hacer popó, heces duras y secas, y una frecuencia reducida de deposiciones. Algunos bebés también pueden tener fiebre, diarrea o vómitos.

Es importante diferenciar la disquecia del estreñimiento, ya que el tratamiento para cada condición es diferente. El estreñimiento se caracteriza por deposiciones infrecuentes y difíciles de eliminar, mientras que la disquecia se caracteriza por el dolor y el cólico al hacer popó.
 

• En el estreñimiento, las heces son duras y provocan dolor al ser expulsadas
• En el caso de la disquecia, tu bebé se pone rojo, hace mucho esfuerzo, y llorará cuando menos 10 minutos antes de evacuar; al hacerlo el llanto cesa, y la popó es blanda.

¿Existe tratamiento para la disquecia en los bebés?

A pesar de las molestias y el llanto, puedes estar tranquila, ya que la disquecia es un trastorno benigno y pasajero que no necesita tratamiento, ni intervención de supositorios, laxantes u otros medicamentos; se origina por la descoordinación entre la presión abdominal y la del esfínter, con el paso del tiempo aprenderá a relajar el esfínter en las evacuaciones y no habrá más dolor.

No obstante, debes saber que el estreñimiento es síntoma de una enfermedad, y no una enfermedad como tal; pero es muy importante que acudas con tu profesional de la salud, en caso de que tu pequeño lleve varios días estreñido, que sea un problema recurrente, o que las heces de tu bebé presenten sangre.

Es importante consultar a un pediatra si se sospecha de disquecia en un lactante. El médico puede evaluar los síntomas y recomendar el tratamiento adecuado para ayudar a aliviar el dolor y el cólico del bebé.

Si tu bebé no se llena con tu leche materna, es importante recordar que cada bebé es diferente y puede tener diferentes necesidades de alimentación. Si te preocupa que tu bebé no esté recibiendo suficiente leche materna, es importante consultar con un profesional de la salud, como un pediatra o un asesor de lactancia, para obtener orientación y apoyo personalizados. También puedes encontrar información útil y consejos en el siguiente enlace: mi bebé no se llena con mi leche que debo hacer. Recuerda que no estás sola y hay recursos disponibles para ayudarte a resolver cualquier inquietud sobre la alimentación de tu bebé.

Si tu bebé experimenta estreñimiento, es importante recordar que es un problema común en los lactantes y se puede tratar de manera natural. Una alimentación rica en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales, puede ayudar a suavizar las heces y favorecer la regularidad intestinal. Además, asegúrate de que tu bebé esté hidratado, ya que la deshidratación puede empeorar el estreñimiento. Si el problema persiste o si estás preocupado, es recomendable consultar con el pediatra. Para obtener más información sobre el estreñimiento en bebés, puedes visitar nuestro artículo sobre estreñimiento en bebés. Recuerda que cada bebé es único y es importante buscar orientación médica para encontrar la mejor solución para tu pequeño.

Si te preocupa la nutrición y el desarrollo de tu hijo, es importante saber cómo identificar si tu hijo está desnutrido. Observar los signos de desnutrición en los niños puede ayudarte a tomar medidas para mejorar su salud y bienestar. Algunos indicadores de desnutrición en los niños incluyen una pérdida de peso significativa, falta de energía y fatiga constante, una apariencia física débil, una disminución del apetito y un retraso en el crecimiento y desarrollo. Si sospechas que tu hijo puede estar desnutrido, es importante buscar ayuda médica y consultar a un profesional de la salud. Puedes encontrar más información sobre cómo detectar la desnutrición en niños en este artículo: como saber si mi hijo esta desnutrido. Recuerda que una adecuada nutrición es esencial para el crecimiento y desarrollo saludable de tu hijo.