Leches de crecimiento
que previenen problemas digestivos en tu pequeño.
¿Sabías que el sistema digestivo de tu pequeño sigue madurando después de su nacimiento? ¡Es increíble lo que hace el cuerpo humano! Sin embargo, por esta falta de madurez se podrían presentar problemas digestivos como cólico, reflujo y estreñimiento.
El intestino de los recién nacidos no tiene microbiota (bacterias buenas) y poco a poco se van impregnando de ellas, por eso puede ser bueno ayudarlos a obtener las mejores bacterias en sus intestinos para prevenir malestares digestivos.
Estos malestares digestivos evitan que tu hijo disfrute de su entorno, de la exploración y desarrolle completamente sus habilidades. Pero tranquila, una forma de ayudarlo a superarlos es a través de su alimentación, sobre todo a través del tipo de leche que beben.
Leche materna
Sin duda, la leche materna brinda prebióticos (son nutrientes buenos y esenciales que ayudan a alimentar a los probióticos), probióticos (microorganismos buenos que ayudan a conformar la microbiota o flora intestinal) y oligosacáridos de la leche humana (HMOs, evitan que bacterias dañinas se adhieran a los intestinos, debido a que son el “alimento” de los probióticos, para que realicen correctamente su función).
La combinación de prebióticos, probióticos y HMOs ayuda a mantener y proteger la flora intestinal de tu hijo, para que tenga una adecuada digestión, así como prevenir los malestares digestivos, infecciones y enfermedades intestinales. Por esta razón se recomienda ofrecer lactancia materna mínimo por seis meses.
Leche de crecimiento
Existen leches de crecimiento a partir de 1 año de edad de fácil digestión que están fortificadas con prebióticos y probióticos que pueden ayudar a reducir malestares digestivos como: cólico, reflujo y estreñimiento, como NAN® 3 Expert Pro Confort Total.
NAN® 3 Expert Pro Confort Total está fortificada con Optipro®, probióticos L.Reuteri , prebióticos GOS/FOS y DHA, los cuales favorecen la reducción de los dolores de pancita y los malestares digestivos como cólicos, diarrea y estreñimiento, gracias a que protegen la flora intestinal del niño y favorecen una buena digestión.
Además, ayudan a aumentar el número de evacuaciones con heces más suaves, para evitar cualquier molestia a tu hijo.
Es importante que tengas en cuenta que ante cualquier malestar digestivo que presente tu hijo, lo mejor es visitar a un especialista de la salud para que te brinde las mejores soluciones de acuerdo a los síntomas que presenta.
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