Yogurt para bebés: Una opción saludable para su alimentación
Explora diferentes posiciones para amamantar a tu bebé y descubre cuál se adapta mejor a ti y a tu pequeño. Aprende técnicas para una lactancia cómoda y exitosa en nuestra completa guía.
Ya que has comenzado con la alimentación complementaria es normal que sientas deseos de nutrir a tu bebé con una gran variedad de alimentos, sin embargo, es importante que te informes muy bien sobre la edad y recomendaciones ideales para introducir cada uno de ellos.
El yogurt, en especial, es un alimento común en la dieta familiar, ya sea como parte del desayuno o la cena. Por lo que, si tu pequeño te observa comiéndolo, no dudes que pronto empiece a pedirte que le des a probar un poco.
¿Y por qué no habrías de hacerlo? El yogurt es una gran fuente de calcio, lo que ayuda a que tu bebé tenga huesos más sanos y fuertes; además contiene importantes cantidades de proteínas, ideales para el crecimiento y desarrollo.
La Norma Oficial Mexicana 043 (NOM043) recomienda introducir los derivados de leche, como queso, yogurt y otros, hasta los 8 meses de edad. Sin embargo, si tu bebé no ha presentado ningún tipo de síntoma relacionado con la alergia a la proteína de la leche de vaca o intolerancia a la lactosa durante los primeros seis meses, puedes ofrecérselo una vez que comiencen con la alimentación complementaria.
Beneficios de los yogurts para bebés
Cuando alimentas a tu bebé, le das todo tu amor y cuidados pensando en su desarrollo; para lograrlo, es importante que tenga una dieta equilibrada, en la que incluyas alimentos ricos en calcio, ya que es un mineral básico para que sus huesos y dientes estén fuertes y saludables. Además, ayudan en diferentes procesos de la sangre y el sistema nervioso.
Un bebé de 6 a 12 meses debe consumir 270 mg de calcio al día; para lo cual, necesitas conocer los alimentos que te ayudarán a cubrir esta cantidad, algunos son:
- Leche materna
- Yogurt
- Queso
- Tortillas
- Brócoli
- Pan integral
Los yogurts especiales para bebé están hechos para cumplir con sus necesidades nutrimentales; ¡son grandes aliados para cubrir el 33% del calcio que necesita en su día a día!, por eso, además de calcio y deliciosos sabores, contienen:
- Hidratos de carbono, para darle energía
- Proteínas de alta calidad, que ayudan al crecimiento y fortalecimiento de sus músculos
- Grasas, necesarias para un adecuado desarrollo cerebral
No olvides que, para una correcta absorción de calcio, es indispensable el consumo de vitamina D, que también puedes encontrar en los productos lácteos, así como en el pescado, la yema de huevo y los champiñones o setas.
Una dieta equilibrada puede ayudar a que tu bebé crezca saludable; recuerda que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es importante mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y continuarla con la alimentación complementaria hasta los 2 años, o más.
Recomendaciones al darle el primer yogurt a tu bebé
A continuación, encontrarás algunas recomendaciones importantes para que las tomes en cuenta cuando quieras darle yogurt a tu bebé:
- Consúltalo con el médico de tu bebé antes de ofrecérselo.
- Haz que sea parte de una alimentación variada, no se lo ofrezcas diario ni en todos los tiempos de alimentación.
- No lo endulces con miel* o azúcar antes de los 12 meses.
- Evita darle aquellos que sean light o bajos en grasa hasta después de los dos años, ya que tu pequeño necesita de esa grasa para alimentar y fortalecer su cerebro.
- Al principio, no olvides darle yogurt durante dos o tres días seguidos para estar pendiente de algún signo o síntoma de alergias e intolerancias.
- Si tu bebé presenta ronchas alrededor de su boca, se nota molesto o tiene diarrea después de comer yogurt; acude con su médico para revisión, ya que podría tratarse de una reacción alérgica.
AVISO IMPORTANTE
La miel desempeña un papel crucial en el desarrollo del gusto, sobre todo en los primeros años de vida, ya que introduce a los lactantes en una gama diversa de sabores y ayuda a formar su paladar.
Sin embargo, la miel puede contener la bacteria causante del botulismo infantil. En consecuencia, la miel no debe introducirse antes de los 12 meses de edad, a menos que las esporas de Clostridium botulinum hayan sido inactivadas mediante un tratamiento adecuado de alta presión y alta temperatura, como el utilizado por la industria.
Siempre que se utiliza miel en nuestros productos, se somete a un tratamiento validado externamente que garantiza que nuestros productos son seguros para el consumo.
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