Las células: mini fábricas de energía

Tu pequeño ya camina, habla, canta, y hasta quiere vestirse solito.¿Y qué tal la energía que tiene? ¡Inagotable! “¿De dónde saca tanta energía?”, se preguntan a diario TODAS las mamás del mundo.
 

La respuesta es simple y maravillosa: esa energía proviene de las células.

Las células, no importa la clase que sea, son diminutas fábricas de energía. Éstas usan los nutrientes de los alimentos para elaborar combustible celular. Es un proceso largo y muy complicado, que debe funcionar correctamente para que el cuerpo tenga toda la energía necesaria para cada una de sus funciones. (Desde hacer latir el corazón, hasta mover el dedo chiquito del pie).

Pero atención: no todos los nutrientes son la materia prima adecuada para que las células de tu pequeño hagan su combustible. Deben tener la conformación correcta, y estar en la cantidad adecuada.

Cuando una célula tiene que trabajar con materia prima incorrecta, quizá siga trabajando, pero con el tiempo su delicado mecanismo de fabricación de combustible se va dañando. Y las consecuencias pueden ser graves. La nutrición celular debe ser correcta.

Pero volvamos a la pregunta de inicio: ¿por qué los pequeños son verdaderos torbellinos? Pues sucede que las células de los pequeñitos están programadas para producir una cantidad de combustible mucho mayor que nosotros, ya que el organismo no sólo debe funcionar: debe crecer y desarrollarse. Los adultos ya no estamos en crecimiento y nuestras células producen menos combustible.

Es maravilloso saber que las células de tu pequeño trabajan sin parar produciendo la energía que necesita para crecer y jugar. Tú puedes ayudarlas dándole a tu pequeño los mejores nutrientes para que sus células siempre trabajen de la mejor manera.

Consulta a tu profesional de la salud. Él te orientará para que tu pequeño reciba la mejor alimentación.

¡Mantén esas fabriquitas al máximo!